En el lenguaje humano se observa una maravillosa función, la de expresar y compartir ideas y la de demostrar lo que somos, cuando demostramos nuestros sentimientos. Resulta necesario para los individuos el poder desarrollar la amistad y el hacerse comprender en el mundo. Pues para habitar el mundo, debemos habitar también en los recuerdos de las personas.. dicho así, para que la experiencia de existir y vivir resulte placentera y transcurra positivamente.
Cuando no podemos expresarnos adecuadamente nos podemos sentir aislados, con sentimientos de baja estima y poco adecuados para casi todo lo que hacemos.. incluso he conocido personas que se culpabilizan por no poder establecer relaciones satisfactorias con las personas. Por tanto vemos como personas que poseen grandes potenciales para el beneficio de las actividades sociales, se van quedando aisladas del mundo social. Consiste el hecho en que no siempre nos sentimos capaces de conseguir nuestros sueños.. pues esta idea del ser-soñador nos parece demasiado etérea para un mundo contundentemente material.
Ciertamente no existe solamente un mundo material, y la economía así lo confirma... Por lo tanto, no cabe sentir repudio hacía las cosas que mediaticamente nos enseñan como inútiles.. en verdad hay tanta más fuerza en la voluntad y en el corazón de una sola persona, que la que pueda tener una corporación financiera... tan solo que nuestra fuerza humana se debe re-interpretar... encontrando en nosotros potenciales y habilidades insospechados. El amor, es una confirmación.. del poder de la voluntad... Pues por ejemplo nunca una madre que ama deja de lado su amor, por más dura que sea la adversidad.
Digamos que si, que somos capaces.. que nos sentimos capaces.. usted puede hacer un ejercicio.. y decirse a si mismo, antes de comenzar cualquier actividad.. si!! soy capaz!! y el mundo estará seguro en el avance de los sentimientos de la buena locura.. el cielo nos podría parecer incluso más azul y podría surgir de nuestra propia motivación nuevas ganas de vivir y lo imposible sería tan sólo un paso que daríamos.. como subir a la acera.
La buena locura de ayudar a quien lo necesite, de saber querer, de saber decir algo justo, algo que nos haga sentirnos mejores. ¿Acaso no es la confusión de nuestros propios pensamientos lo que no nos permite entender a las personas tal y como son?.. ¿Con cuanta frecuencia nos sentimos capaces de hacer las cosas que cotidianamente quisieramos?... ¿con cuanta frecuencia sientes el poder verdadero de la motivación humana?
